tumeiga

4o día del cuarto de la luna de Bakah (11) en el año 10,154 tras la fundación de Ar (CA) 1:05 horas

Gor el día 12/2/2005 a la hora Goreana 1:105-- 1:45 hora Española

danza de la muchacha – tumeiga- en Puerto Kar 

Tumeiga se coloca en el centro de la estancia se siente hermosa con el camisk amarillo que su Amo le ha regalado, acaricia su collar , lo mira y sonríe con una mirada pícara.
Se coloca arrodillada con el pecho apoyado en sus muslos y los brazos cruzados a su espalda. la música comienza a sonar y ella siente como su cuerpo se llena de ritmo lista para comenzar su danza.
Lleva sus brazos adelante muy despacio colocándolos de nuevo cruzados y comienza a incorporar su cuerpo moviendo su torso al son de la música colocando su espalda bien erguida.
Poco a poco comienza a levantarse sin abandonar el movimiento de sus brazos, en alto sobre su cabeza, manteniéndolos en todo momento cruzados . una vez incorporada vuelve a elevar sus brazos sobre su cabeza marcando así sus senos y dejando que su camisk muestre casi todo su cuerpo .... gira sobre si lentamente para mostrar todo su cuerpo a los Señores; siguiendo el ritmo de la música se acerca a ellos lentamente , un paso adelante y un giro de su cuerpo , otro paso adelante y otro giro de su cuerpo, sigue así hasta estar delante de Ellos. allí colocada contonea sus caderas insinuante, extiende sus manos cruzadas hacia su Señor, pero rauda las retira. Da un paso hacia atrás y se deja caer arrodillada en el suelo dejando sus muslos bien separados y allí expuesta sigue los dulces acordes con sus brazos en alto. Entonces, con un solo movimiento se yergue quedando de nuevo a merced de su Señor , sin dejar de cimbrear sus caderas. Se arranca el camisk dejando su cuerpo desnudo al brillo de las lunas de Gor y a la mirada atenta de los Señores. Salta sobre la mesa y allí continua su danza; los timbales aceleran el ritmo y ella los sigue con movimientos sensuales de su cuerpo. El sudor hace que su piel brille mas a la luz de las tres lunas y sigue con sus manos una gota de sudor que recorre su cuerpo desde sus pechos hasta su vientre, deteniéndose en el límite de su sexo.
Se pone a cuatro patas adoptando una perfecta posición she-sleen y así recorre la mesa arqueando su cadera y arriesgándose a sentir un látigo. El fin de la danza se acerca y ella se aplica más en sus movimientos moviendo graciosamente cada parte de su cuerpo , dejando que la música la invada y haga el ritmo más frenético.
Ya exhausta, sus músculos comienzan a relajarse y se tumba ante su Señor con la frente y el pecho en el suelo sus piernas extendidas y abiertas, ofrece sus muñecas cruzadas y suplica una señal de que la danza ha sido de su agrado.

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