DANZA DE LA CUERDA
Lancé la cuerda a su garganta "Esto es una cuerda" Dije "Está bien que sea incorporado a tu danza. Tu eres una esclava encordada. No lo olvides. Debes luchar contra la cuerda, y amarla. Está confinada a tu cuerpo, puedes usarla para acariciar tu cuerpo, como una invitación para tu Señor, un símbolo de su dominación ante ti. Tu no tienes que bailar siempre de pie. Una mujer puede danzar estupendamente arrodillada, moviendo tan solo una mano, o de espaldas, o con el vientre, o de lado. En todas las cosas no olvides que eres una esclava."
"¿Está ordenándome que baile ante usted?" preguntó ella
"Si," dije yo "baila ahora como una esclava dominada. Y si no quedo bien satisfecho, serás bien azotada, si no muerta.
"Si Señor." Dijo ella
Yo entonces di una palmada, y, aterrorizada, la chica bailó. No se le había enseñado el baile de la cuerda, uno de los mas bellos de los bailes de las esclavas de Gor, pero improvisó bien. En realidad, era difícil creer que ella no hubiera entrenado. Me incliné a creer que los bailes de necesidad y de exhibición de las mujeres eran, al menos en su base, instintivos. Sospeché que hay una disposición genética en la mujer hacia este tipo de comportamiento y a esa clase de movimiento, estrechamente ligados al comportamiento señuelo y los movimientos de amor. Una razón para suponer que ese sea el caso, es que el desarrollo de una chica en ciertas formas de baile no sigue una curva normal. Es como la habilidad del ser humano para hablar, lo que ha tenido un enorme valor de supervivencia, puesto que ha habido una selección. Similarmente, la maravillosa adaptación de la mujer para la danza erótica posiblemente se hubiera seleccionado. De cualquier forma, la verdad puede estar en estas opiniones, las mujeres femeninas, quizá por el horror de sus hermanas más masculinas, parecen tener naturalidad en la belleza de esos bailes eróticos. Al menos, quizá inexplicablemente, ellas son maravillosamente buenas en eso. Estas disposiciones genéticas, por supuesto, si existen, pueden ser culturalmente suprimidas.
Yo miré el baile de la chica. Era bastante buena.
"Ahora te estás trasformando en una mujer" dije yo. Ella se arrodilló sobre sui rodilla derecha, su pierna izquierda estaba estirada; la cuerda estaba cogida, por una vuelta, sobre su muslo izquierdo, sus manos, también estaban en el muslo izquierdo; su cabeza estaba baja, pero girada hacia mi, su labio temblaba.
"Continúa bailando, esclava" le dije
"Si Señor" dijo ella.
La miré, y me maravillé. Es interesante notar que esos movimientos, los de las danzas de esclava, a pesar de las inhibiciones de las rígidas culturas, pueden ocurrir en el sueño de una chica, y también, casi espontáneamente, cuando ella, desnuda, sola, pasea ante un espejo en su habitación. Cuan nerviosa debía de estar ella para ver repentinamente su cuerpo moverse como el de una esclava. Podría haber sido ella quien lo movía? Más tarde, quizá para su sorpresa, se encuentre a sí misma ante el espejo Ella está desnuda, y sola. Entonces, apenas entendiendo lo que esta ocurriendo en ella, vea que la chica del espejo ha comenzado a bailar. Los movimientos no son distintos a los de aquellas mujeres que, hace mil años, bailaban a la luz del fuego en las cavernas, ante sus Señores. Entonces, sabiendo bien que es ella misma quien danza, ella baila descarada, alocadamente , delante del espejo. Ella presenta su belleza desnuda en esos movimientos, las actitudes y posturas de la esclava. Entonces quizá ella caiga a la alfombra, arañándola, presionando su vientre contra ella, "Yo quiero un Señor" susurra. Yo ahora me levanto. Mis brazos están doblados.
La chica ahora estaba arrodillada, a mis pies, la cuerda de su cuello la estiraba hacia la estaca. Todavía en su baile, empezó a besar mi cuerpo.
Entonces, la cogí por los brazos y la sostuve medio levantada, ante mi.
"Por favor, no me azote" rogó ella
Entonces, la arrastré al lado de la estaca. La arrodillé alli. Ella me miró. "Bailaste bien como esclava" Dije yo
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